Medio ambiente, Valcorchero, sostenibilidad,... ¡qué de moda está!. Lo verde. Se nos llena la boca a todos.
Proteger Valcorchero: perfecto. Pero no olvidemos lo que allí se ha hecho mal por unos y por otros. Mejorar pasa por reconocer los errores, para no volver a cometerlos.
Mejora permanente del río Jerte: perfecto. A veces cuesta explicar a los turistas que ese río es el mismo que varios kilómetros atrás hemos visto en el valle del jerte.
Mejorar Los Pinos: perfecto. Pero no debe caber duda que esta mejora debe ser mediante la continuidad de las actuaciones realizadas recientemente. Que además de adecuar el espacio a la legislación vigente, ponen en valor un espacio tanto para los placentinos como para los foráneos. Antes de la remodelación, el lugar se estaba convirtiendo en algo desalentador. Los Pinos no deben quedarse en un espacio donde ir a pasear, o pasar el rato. Debe fomentarse su uso cultural y científico.
Protección de demás zonas verdes: perfecto. Consejo Rector de la zonas naturales. Buena idea. Pero, ¿crees en ella?. ¿Será el consejo totalmente independiente y podrá dar ideas sin presiones?, ¿se acometerán dichas medidas sean cuales sean?
Ampliación zonas verdes: perfecto.
Con sus matices, todas las propuestas me parecen plausibles. Ahora bien, no nos engañemos. Estas medidas por si solas no van a hacer de Plasencia una ciudad sostenible. Ni de lejos.
Una ciudad sostenible es un concepto muy complejo. No se debe usar tan a la ligera. Una ciudad sostenible no se consigue pintando de verde algunas esquinas. Una ciudad sostenible es aquella que recicla, aquella que usa el transporte público, aquella que fomenta el uso de bicicletas y/o transporte similares, aquella que genera espacios de habitabilidad común, aquella que escapa de ruidos innecesarios, aquella que está abierta a nuevas ideas, aquella que no derrocha, aquella que mira el interés común y venidero por encima del interés particular y/o sectorial, aquella que no entiende de marginación ni desigualdad,...
Hola de nuevo,
ResponderEliminarMedio ambiente, Valcorchero, sostenibilidad,... ¡qué de moda está!. Lo verde. Se nos llena la boca a todos.
Proteger Valcorchero: perfecto. Pero no olvidemos lo que allí se ha hecho mal por unos y por otros. Mejorar pasa por reconocer los errores, para no volver a cometerlos.
Mejora permanente del río Jerte: perfecto. A veces cuesta explicar a los turistas que ese río es el mismo que varios kilómetros atrás hemos visto en el valle del jerte.
Mejorar Los Pinos: perfecto. Pero no debe caber duda que esta mejora debe ser mediante la continuidad de las actuaciones realizadas recientemente. Que además de adecuar el espacio a la legislación vigente, ponen en valor un espacio tanto para los placentinos como para los foráneos. Antes de la remodelación, el lugar se estaba convirtiendo en algo desalentador. Los Pinos no deben quedarse en un espacio donde ir a pasear, o pasar el rato. Debe fomentarse su uso cultural y científico.
Protección de demás zonas verdes: perfecto. Consejo Rector de la zonas naturales. Buena idea. Pero, ¿crees en ella?. ¿Será el consejo totalmente independiente y podrá dar ideas sin presiones?, ¿se acometerán dichas medidas sean cuales sean?
Ampliación zonas verdes: perfecto.
Con sus matices, todas las propuestas me parecen plausibles. Ahora bien, no nos engañemos. Estas medidas por si solas no van a hacer de Plasencia una ciudad sostenible. Ni de lejos.
Una ciudad sostenible es un concepto muy complejo. No se debe usar tan a la ligera. Una ciudad sostenible no se consigue pintando de verde algunas esquinas. Una ciudad sostenible es aquella que recicla, aquella que usa el transporte público, aquella que fomenta el uso de bicicletas y/o transporte similares, aquella que genera espacios de habitabilidad común, aquella que escapa de ruidos innecesarios, aquella que está abierta a nuevas ideas, aquella que no derrocha, aquella que mira el interés común y venidero por encima del interés particular y/o sectorial, aquella que no entiende de marginación ni desigualdad,...