Jerte

"Qué alegría, cómo va esta tarde el Jerte. Parece uno de esos ríos civilizados y europeos que aparecen en las novelas que publica Pre-Textos o El Acantilado. Por La Isla avanza imponente. Por el puente de San Lázaro, desbordado. Ah, esas aguas turbulentas... Lo dicho, pura alegría"

Así comienza y concluye una de las entradas del blog de uno de los poetas más querido y admirado por mí, son palabras cargadas de emoción y poesía que firma el insigne escritor placentino, Álvaro Valverde, que si muchas veces nos transporta a través de sus versos, sin nombrarlo, al río cuyas aguas nos bautizaron, en esta ocasión es protagonista explícito de su exquisita prosa,   como lo es de cada uno de nuestros días, el Jerte es protagonista indiscutible de nuestra historia, casi, me atrevo a decir, nuestra razón de ser y de existir, amante centenario de la ciudad con nombre de mujer, venerado por los placentinos, alabado por cuantos nos visitan, inspiración para artistas. ..pero olvidado por quienes nos gobiernan. 

Nuestro río, ese que hoy corre desbordado mientras riega las huertas, mientras inunda de vida los caminos que le acompañan en su eterno devenir, mientras baña a la ciudad con esa sinfonía espectacular de caudal ingente, mientras corre sin descanso bajo los puentes que le cruzan. .. camina generoso olvidado por los gobiernos. 

Mimado por los pescadores,  ensalzado por los que pasean sus orillas,  pero olvidado por los que mandan. 

Recuperemos el río, hagamos de él un elemento fundamental integrado en nuestra ciudad,   respetando la rica flora y fauna de ribera que le identifica,   devolvamos al río la transparencias de unas aguas que antaño le dieron nombre, limpiemos sus orillas, limpiemos sus fondos,   dejemos de vivir de espaldas a él, disfrutemos de cuanto bueno nos reporta una de las señas de identidad de la ciudad que tantas veces llamamos del Jerte. 

Queridos amigos, este es uno de nuestros compromisos, bajo la premisa del respeto a una de las singularidades medioambientales más bellas de Plasencia, recuperemos el río para la ciudad.